
Dulce tradición catalana para la Noche de San Juan
En Cataluña, el 23 de junio se vive una de las tradiciones más vibrantes del año: la Noche de San Juan. Entre hogueras, fuegos artificiales y alegría, hay un protagonista dulce que no puede faltar en la mesa: la Coca de Sant Joan. Esta especialidad catalana, que combina historia y sabor, es la invitación perfecta para celebrar el verano con todos los sentidos.
Junio en Cataluña no solo marca el inicio del verano, sino también la noche más corta y a la vez más larga del año: la Noche de San Juan. Una fecha cargada de energía, donde se encienden hogueras, estallan fuegos artificiales y la tradición se siente en cada rincón.
La Coca de Sant Joan es el dulce símbolo de esta celebración. Sus orígenes se remontan siglos atrás, vinculados a rituales de purificación y renovación que dan la bienvenida al solsticio. Con el tiempo, esta focaccia dulce o salada se ha convertido en un imprescindible de la noche más mágica del calendario catalán.
La versión más clásica es dulce, cubierta con fruta confitada, piñones y azúcar, que regala un festín de colores y sabores. Pero no faltan las variantes saladas, con verduras a la parrilla, butifarra o quesos, para quienes buscan un bocado más contundente y sabroso.
Si tienes la suerte de viajar en moto por Cataluña en estas fechas, detenerse a probar una buena Coca de Sant Joan no es solo un placer para el paladar, sino un viaje en sí mismo. Cada bocado es un puente hacia la historia y la cultura local, una invitación a vivir la esencia del territorio.
En MòMOTO te animamos a que hagas de esta tradición parte de tu aventura. Porque vivir Cataluña es hacerlo con todos los sentidos, y la Coca de Sant Joan es, sin duda, uno de sus sabores más dulces.