Hay un momento, justo después del viaje, en el que el cuerpo se relaja y los recuerdos empiezan a hablar. Es ese instante en que se apaga el motor, se deja el casco sobre la mesa y se pide algo de beber. Y entonces, sin buscarlo, todo lo vivido en la carretera vuelve a salir, entre risas, platos llenos y miradas cómplices. La Taberna nace ahí: donde el viaje se convierte en historia, y la cocina local en lenguaje compartido.
Taberna de MòMOTO:
Donde el viaje en moto y la cocina se encuentran